En nuestro encuentro
Ese en que mi cuerpo era un volcán
Y tú el hombre dispuesto a explorarlo
Sentirlo desgarrarlo, poco a poco
Yo dejándome seducir con hermosas frases
Con fugaces besos cargados de pasión
Tus manos marcando mi piel, tu ser
Sintiendo mi humedad, yo ocultando mi nerviosismo
Mi habitación muda testigo
De lo que acontecía,
Las sabanas impregnándose
De nuestro aroma
Y esa ansiedad incontenible
De estar juntos en la intimidad
De ser uno mismo de entregarnos
A razón de un solo ritmo
Ritmo marcado por nuestro corazón
Y por nuestro amor, en una entrega intensa
Donde me decías que:
**El aroma de mi piel trigueña y el color miel de mi mirar,
Evocan en la razón
el panal de miel que a tú corazón,
Provoca las ganas de hacerme tu mujer**